19/4/07

JOSE MENENDEZ Y "LA ANONIMA"

Al comenzar el siglo XX, don José Menéndez era un poderosísimo terrateniente, colonizador, banquero, industrial y naviero. Su sede operativa estaba en Punta Arenas (Chile), pero mantenía asimismo numerosos establecimientos en territorio argentino. Del lado chileno, José Menéndez venía formando una flota que cada vez iba tomando más importancia. De entrada se impuso la costumbre de bautizar aquellos barcos con nombres empezados en "A", costumbre que sus herederos siguen manteniendo hoy en día a ambos lados de los Andes.

En 1908, José Menéndez, Mauricio Braun y Juan Blanchard fundaron la Importadora y Exportadora de la Patagonia (conocida en todo el Sur como "La Anónima") con sede en Punta Arenas. Pero en 1910 esta empresa pasó a jurisdicción argentina. En 1911 inauguró una línea regular de pasajeros y cargas entre Buenos Aires y Punta Arenas, con escalas en puertos patagónicos argentinos, mediante el empleo de dos excelentes barcos mandados a construir especialmente en Gran Bretaña: el Argentino y el Asturiano. Don José supervisó personalmente la marcha de la construcción de ambos barcos, para desesperación de los ingenieros y técnicos. Don José Menéndez falleció en Buenos Aires en 1918. Nunca perdió su nacionalidad española. Es más, su patria lo honró en más de una ocasión.
Vapor José Menéndez, 1922

Fue en 1922 cuando se encargó al astillero británico Ailsa la construcción del magnífico vapor de pasajeros y cargas José Menéndez. Por entonces, el presidente de "La Anónima" era Mauricio Braun, que siguió en este cargo hasta 1932, en que fue sustituido por Carlos Menéndez Behety. Corría 1935 cuando la Importadora y Exportadora de la Patagonia inició sus actividades como agente marítimo de navieras extranjeras. Al frente de esta sección se desempeñó durante muchos años el capitán Carlos G. Nielsson, hombre sumamente experimentado. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, las costas patagónicas ven reforzados sus servicios con una cantidad de barcos adquiridos en Estados Unidos. Se agudiza la competencia, se implanta un discutible sistema de fletes rígidos por parte del Ministerio de Transportes, y entonces toda aquella euforia de la primera hora de la posguerra va poco a poco desapareciendo.

Y aquí es donde se distingue lo advenedizo de lo permanente. "La Anónima" continúa con sus servicios a la Costa Sur con prescindencia de todas aquellas oscilaciones. Es mucho lo que tiene que atender en la Patagonia como para estar desplazando sus barcos en busca de los fletes más remunerativos. Más adelante, "La Anónima" tomó una participación importante en el capital del astillero ASTARSA y en otras empresas vinculadas a las actividades navieras.

En 1950, "La Anónima" contaba con casas de comercio y sucursales en Trelew, Puerto Madryn, Rawson, Gaiman, Dique Florentino Ameghino, Esquel, Comodoro Rivadavia, Kilómetro 5, Kilómetro 27, Astra, Sarmiento, Puerto Deseado, Las Heras, San Julián, Santa Cruz, Comandante Luis Piedra Buena, Río Gallegos, Río Turbio y Río Grande. La S.A. Importadora y Exportadora de la Patagonia entró en la segunda parte del siglo XX desarrollando pujantemente sus actividades, sin descuidar la vertiente naviera, sino todo lo contrario. Como que llegará a ponerse a la cabeza del armamento privado nacional en lo que hace al transporte de cargas secas. Actualmente, La Anonima esta en toda la Patagonia Argentina con sus supermercados, pero ya no con su flota que desaparecio en la decada del 70.


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