30/6/07

Detectan que se derritió una vasta región de la Antártida


Lo muestran imágenes de un satélite de observación terrena de la NASA.

NUEVA YORK (The New York Times).- Mientras gran parte del mundo se calentó siguiendo un patrón que los científicos han vinculado casi con seguridad con las actividades humanas, el helado interior de la Antártida había resistido esta tendencia.

En enero de 2005, el satélite de la NASA QuickScat detectó en la región oeste del continente grandes áreas de fusión de hielos, que se advierten en la foto que figura a la derecha en amarillo y rojo. Ahora, un nuevo análisis satelital muestra que, por lo menos una vez en los últimos años, masas de aire inusualmente cálido ingresaron a alrededor de 500 kilómetros del Polo Sur y permanecieron el tiempo suficiente como para derretir la nieve superficial en una zona comparable con la superficie de California.

El viento cálido, que se registró a lo largo de una semana, fue detectado por científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y la Universidad de Colorado, en Boulder. Alcanzó temperaturas de hasta cinco grados en algunos lugares y persistió a lo largo de tres anchas franjas de la Antártida occidental suficiente tiempo como para dejar una señal distintiva del derretimiento, una capa de hielo en la nieve que cubre las vastas sábanas de hielo del continente congelado.

La capa se formó de la misma forma en que una corteza de hielo puede formarse en un terreno, durante el invierno, cuando un día cálido y después una noche helada siguen a una nevada, dijeron los científicos.

Un fenómeno "poco común"

Las evidencias del derretimiento fueron detectadas por el QuickScat, que utiliza un radar para distinguir entre la nieve y el hielo a medida que observa las superficies de Groenlandia y la Antártida.

Ha habido otras áreas de la Antártida en las que se han visto zonas de derretimiento, pero no son comunes tan adentro del continente, dijo Son Nghiem, investigador de la NASA que dirigió el análisis con Konrad Steffen, glaciólogo de la Universidad de Colorado en Boulder.


También hubo derretimientos a una altura de más de 2000 metros, en regiones donde las temperaturas permanecen muy por debajo del punto de congelación todo el año.

Las áreas en amarillo y rojo fueron las afectadas por un viento cálido. Foto: EFE

Es muy pronto para saber si el viento cálido fue algo excepcional o se hará una constante, dijo el doctor Nghiem. "Es fundamental que continuemos monitoreando esta región para determinar si se está generando una tendencia de largo plazo en la zona", agregó.

El doctor Steffen dijo que si tales condiciones se intensifican o persisten durante mucho tiempo, el derretimiento podría perfectamente producir arroyos de agua que, tal como se ha advertido y medido en Groenlandia, percolaran hacia abajo, llegaran al lecho de piedra e hicieran que las gruesas capas de hielo que recubren el continente antártico se deslizaran más rápidamente hacia el mar.

Los científicos consideran que éste fue el mayor deshielo de las últimas tres décadas, desde que se realizan observaciones con satélites. El "derretimiento ha sido muy poco común -indicaron-. La Antártida no había mostrado indicios de calentamiento en el pasado reciente, salvo en la península, pero ahora amplias regiones están mostrando los primeros signos del impacto del calentamiento, según se concluye de este análisis satelital", afirmó Steffen.

Los Fenicios

Durante mucho tiempo fueron un pueblo muy desconocido. Citados únicamente por Homero en La Odisea y en La Ilíada, por Plinio y por algunos pasajes de la Biblia. En el actual Líbano y la costa de Siria, una serie de tribus que hablaban lenguas semíticas se establecieron en pequeñas aldeas de pescadores en la costa. Los asentamientos fueron creciendo hasta convertirse en ciudades como Ugarit, Biblos y Sidón. La geografía resultaba demasiado accidentada para comunicarse fácilmente por tierra entre ellas. Cada una de ellas fue constituyéndose en un estado autónomo centrados en la buena marcha de los negocios. Un monarca al frente de cada ciudad defendía sus intereses frente a otros estados y potencias de la época (Egipto, Babilonia y Asiria). Los hábiles pactos con los vecinos, especialmente filisteos y judíos, resultaron efectivos. Cuando las circunstancias lo requerían rendían vasallaje y pagaban tributos a las grandes potencias. La tolerancia a los extranjeros, autorizados a asentarse en la ciudad y montar sus propios negocios, resultó conveniente. Por su mediación se evitaron presiones excesivas de las grandes potencias.

Establecidos en el país de Canaán hacia el s.XXVIII a. J.C. Su verdadero origen se ignora (¿Arabia, país de Amurru, país de Edom y de Moab?), se mezclaron con los autóctonos (habitantes paleolíticos y neolíticos, de los que existen vestigios en Ra's-Samra) y se establecieron en la costa del monte Carmelo hasta Ugarit. Fundaron numeroso puertos (Arados, Smyrna, Trípoli, Yubayl-Biblos, Beritos, Sidón, Tiro y 'Akka), para los que escogían cabos o islas próximas a la costa, que los protegían de los vientos (S-N) y les servían de refugio en caso de invasión (Tiro y Arados); se orientaron deliberadamente hacia el mar, que, por medio de la navegación de cabotaje, les permitía establecer relaciones más fácilmente que la tierra. Desde el III milenio entraron en contacto con Egipto, país al que suministraban madera (cedro, abeto) para sus barcos, aromas, aceites y resina, y por el que estuvieron muy influidos. Sobre todo Biblos y Sidón desde el s.XVIII, mantenían relaciones con los egeos, dueños del mar (cretenses y posteriormente micenios), que frecuentaban sus puertos. De este modo, cuando la invasión de los pueblos del mar (c.1200) los liberó de la tutela egipcia, pudieron reemplazar el poder egeomicénico, arruinado por los dorios. A partir de entonces conservaron su independencia bajo la tutela de Tiro, alcanzaron una era de gran prosperidad. Su área de influencia se extendió progresivamente; por una parte, desempeñaron el papel de agentes e intermediarios entre occidente y oriente (controlando, por tierra, los puntos a donde iban a parar las caravanas del desierto [Hama, Damasco y Thapsaco] y en donde adquirían las mercancías orientales), y, por otra, fundando, alrededor del Mediterráneo, numerosas factorías y colonias comerciales. En el s.X se instalaron en Chipre y, en las costas de Asia Menor (Panfilia y Licia), donde chocaron con los griegos, que los desbancaron de Rodas, de las Espóradas y de las Doradas, donde habían permanecido durante algún tiempo. Buscaron entonces nuevos mercados en el Mediterráneo occidental: prudentemente, dejaron Tirrenia a los etruscos y a los griegos, y establecieron en Sicilia occidental, en las islas de Malta, Gozo y Pantelleria, bases propicias para el comercio con Africa (s.IX); a través de Cerdeña e Ibiza habían llegado, en la Península ibérica, al país de Tarsis (Gades, s.XI), donde sus barcos recogían estaño y la plata procedentes de la península o de las islas Casitérides. A su regreso, aprovechando las corrientes de las costas africanas y por mediación de sus antiguas colonias de Hippo Diarrhytus y Utica (1100), llegaban a Cartago (814-813) y al golfo de la pequeña Sirte (Hadrumeta y Leptis). Al compás del desarrollo de los mercados comerciales, los artesanos prosperaban en las ciudades (monopolio de las lanas teñidas con la púrpura del murex recolectado en las costas de África, Creta y Egeo; cerámicas y objetos de lujo), abasteciendo a los barcos con telas, bordados, cueros, púrpura, perfumes, etc.

El alfabeto:

Entraron en contacto con todos los países que habían adoptado la escritura y muchas de sus transacciones que debían ser anotadas eran de tan escasa relevancia que no podían permitirse los servicios de un escriba conocedor de los múltiples signos ideográficos. Se dieron cuenta que en todos los lugares, en todos los idiomas, se repetían una serie de sonidos que podían convertirse en signos identificables. Así redujeron los sonidos de todas las lenguas a sólo treinta signos, el alfabeto. La invención del alfabeto (textos de Ra's-Samra, s.XIV) y su adaptación a las necesidades económicas (textos de Biblos) facilitaron en todas partes las operaciones comerciales, que, por reacción, propagaron esta forma de escritura.

Tiro llevó la iniciativa en esta actividad, siempre estrictamente comercial, y adquirió así la hegemonía sobre las demás ciudades fenicias. Con el auge del poder de los asirios, que buscaban una salida al mar , se vieron amenazados por el NE. En el 520 se produce la secesión de Cartago, que ocupó su lugar en occidente. Una confederación fenicia bajo la hegemonía de Sidón se alió primero con los persas, que utilizaron su marina para lanzarla contra los griegos en Chipre (498) y durante las guerras médicas (puente de barcos sobre el Helesponto); batalla de Salamina, 480). Persia hacia 540 había llevado a cabo la conquista de las ciudades griegas del Asia Menor, trataba de ampliar sus fronteras hasta el Danubio y amenazaba a Grecia cortándole sus indispensables comunicaciones con las regiones cerealistas del Ponto Euxino; las guerras desencadenadas por la revuelta de Jonia (499) e ilustradas por las victorias griegas de Maratón (490), Salamina (480) y Platea (479) demostraron el valor del hoplita y la superioridad del marino griegos. Se constituyó la Confederación de Delos (478 ó 477) y los aliados mandados por Cimón consiguieron tras la victoria del Eurimedonte (468) la liberación del Egeo que consagró definitivamente la paz de Calias (449). La actividad de los mercaderes fenicios tropieza desde entonces, en todas partes, con la competencia de la marina y de los productos griegos.

El rey era también el principal comprador y vendedor del Estado. Su poder se asentaba de forma importante en la religión (presidía grandes ceremonias y levantaba templos). Su religión fue siempre primitiva y cruel. Un funcionario civil con el título de gobernador incluso limitaba el poder real. El comandante de campo era un puesto militar de gran importancia. Como el comercio constituía el eje de toda la sociedad, representantes de las familias más adineradas formaban un influyente consejo que asistía al rey.

Poderío naval:

Llegaron a contar con cuantiosos recursos para constituir flotas, costear expediciones comerciales y formar sociedades aseguradoras que cubriesen los riesgos de la navegación comercial. En el 2600 a. de C. El faraón Sakhuré compró a los fenicios cuarenta barcos construidos con cedro del Líbano. Ugarit mantenía relaciones con Creta, la potencia naval de la época, más tarde relevados por los micénicos y los aqueos. Tiro, emplazada en una isla, se libró de las invasiones y aprovechando la debilidad de las potencias, inició una aventura marítima a gran escala. Cualquier innovación técnica naval que facilitase una mayor carga de mercancías, más rapidez o protección frente al enemigo era aplicado inmediatamente a los navíos. Sus embarcaciones tenían el casco con forma ancha y redonda. Los griegos las llamaban gaulós (bañera). Alrededor del 800 a. de C. los barcos de guerra fueron dotados de espolón e inventaron el trirreme, mejora de los fenicios al añadir una fila más de remeros. La adaptación tuvo lugar en los astilleros de Cartago en el siglo IV a. de C.

Trueque de numerosos productos:

Además de productos suntuosos (joyería, artesanía fina, plata), los fenicios comerciaban con cereales, vinos, aceites etc. por medio del trueque. Entre los años 680-652 Giges, rey de Lidia acuñó moneda por primera vez. Los fenicios adoptaron la moneda a partir del año 450 a. de C. fecha de la primera emisión de moneda fenicia, realizada en Sidón, que había heredado la hegemonía de Tiro. Las obras artesanales fenicias tenían cierta falta de originalidad ya que imitaban estilos para infiltrarse en otros mercados. La púrpura era una mercancía exclusiva fenicia, muy apreciada en la Antigüedad, hecha con tejidos teñidos con el jugo del murex, un molusco de las costas del Líbano. Como comerciantes no gozaron de fama de honrados y terminaron tratando con esclavos.

Gádir(1.100 a. De C.):

Se convirtió en la colonia más importante del Mediterráneo occidental, su ámbito de influencia económica alcanzaba la franja entre Orán e Ibiza y el litoral atlántico de Marruecos. En sus alrededores se podía encontrar plata, muy demandada en los imperios de Oriente, sobre todo en Asiria.

Tras la conquista de Alejandro Magno (332 a. de C.) se inició su decadencia que culminaría cuando Fenicia entró a formar parte del ámbito romano.

Los barcos y la navegación:

La habilidad marinera de los fenicios era ampliamente conocida entre los pueblos vecinos y suscitó siempre una gran admiración o una fuerte envidia. En realidad, el dominio de los medios de navegación y el profundo conocimiento de los mares y de los elementos atmosféricos, junto con la costumbre de los tráficos marítimos, permitieron a este pueblo llegar a ser un ejemplo en el ámbito de la cuenca mediterránea. De aquí la fama que tenían de crueles piratas o hábiles comerciantes, de astutos o estafadores mercaderes o de grandes e intrépidos navegantes. Sea como fuere, los fenicios, animados por el deseo de adquirir fuentes cada vez más nuevas y remuneradas de aprovisionamiento de materias primas y de comerciar los productos propios elaborados en la madre patria, recorrieron enormes distancias, siendo los pioneros en trazar rutas hacia el Mediterráneo occidental y, más allá de las columnas de Hércules, hacia las costas atlánticas de África y de Europa, abriendo a la historia la cuenca occidental del Mediterráneo. Sobre la base de las antiguas fuentes escritas y con relación a los antiguos asentamientos, es posible argüir los diferentes sistemas de navegación en uso en aquella época. Se pueden reconocer, pues, dos tipos fundamentales: el primero, de pequeño cabotaje, se desarrollaba en el ámbito de la franja costera, con navegación a la vista de las costas y entre núcleos habitados próximos.

Navegación en alta mar:

El segundo, de largo recorrido, se enfrentaba con amplios trechos de mar abierto, lejos de las costas y se dirigía hacia lugares a menudo muy distantes del puerto de partida. Por lo que atañe a la navegación de pequeño cabotaje, ésta se efectuaba prevalentemente en las horas diurnas, en la proximidad de las costas y, por lo tanto, navegando a la vista, para unir los centros costeros separados entre sí no más de 25-30 millas náuticas. A este fin, junto a los barcos mercantiles de mayor tamaño, se utilizaban también embarcaciones de menor tonelaje, con relación al espejo de mar que había que atravesar y a la posible carga que había que transportar. Por otra parte, la navegación de largo recorrido tenía lugar especialmente en mar abierto, a una mayor distancia de las costas, pero probablemente siempre a la vista de la tierra, durante la noche. Cuando el trayecto no permitía paradas a la navegación, la nave se orientaba por la constelación de la Osa Mayor, conocida en el mundo antiguo con el nombre de Estrella Fenicia. En todo caso, cuando era posible y en estrecha dependencia de las condiciones atmosféricas, también la navegación de largo recorrido tenía que aprovechar las escalas temporales, necesarias para el aprovisionamiento de los géneros alimenticios y para posibles reparaciones del mismo barco. En las paradas nocturnas y caso del mal tiempo o de viento contrario, se escogían espejos de agua respaldados por promontorios o islas, mientras que, en lo tocante a las embarcaciones menores, éstas se llevaban a tierra fácilmente, cada vez que se presentaba la necesidad de hacerlo. Si se observa con atención un mapa geográfico del Mediterráneo, se puede constatar fácilmente que los trechos de mar en los que se tenía que navegar necesariamente, sin puntos de referencia en la costa, son muy raros en realidad. Pues, si se tiene presente que la velocidad de la flota comercial giraba en torno a los 2-3 nudos, se deduce que en un día se podían recorrer más de 50 millas marinas, que permitían llegar, salvo en algunas travesías de especial longitud, a la vista de las costas. Los trayectos más largos, que suponían navegar sin puntos de referencia en la costa, eran las travesías del canal de Cerdeña, desde las costas africanas a las de la isla, o la travesía del mar de las Baleares, desde las costas africanas a las islas Baleares, o de éstas a las costas occidentales de Cerdeña. Las restantes rutas que los fenicios solían recorrer podían hacerse costeando la tierra, como debía suceder durante las largas travesías de Oriente a Occidente y viceversa. Por lo que se refiere a la velocidad máxima del recorrido de un trecho de mar del que se tenía conocimiento cierto, el historiador Polibio nos transmite la noticia de cómo un capitán cartaginés, llamado Aníbal el Rodense, consiguió efectuar con un barco de guerra el trayecto entre Cartago y el cabo Lilibeo hasta la actual Marsala, equivalente a 125 millas marinas, en 24 horas con una media de más de 5 nudos por hora. La navegación comercial tenía lugar casi exclusivamente entre los meses de marzo y octubre, es decir, durante la temporada más benigna del año, y empezaba con especiales ceremonias, con la intención de propiciar los tráficos marítimos. La falta de vientos constantes, como los alisios en la cuenca del Mediterráneo, constituyó seguramente un problema no leve para los largos trayectos, con relación al tipo de velamen en uso en aquella época. Sin embargo, la inconstancia de los vientos mediterráneos y su orientación tan variable, aunque a veces impusieron paradas de varios días de duración, también permitieron que el tráfico comercial se desarrollara en todas direcciones, sin necesidad de que hubiera temporadas de espera o de que se dieran giros acaso viciosos o excesivamente largos.

Expediciones marítimas:
Gran resonancia tuvieron en la antigüedad los viajes de exploración con fines comerciales, efectuados por fenicios y cartagineses en búsqueda de metales preciosos o de nuevos y más remunerativos mercados. Entre éstos, merece ser recordado sin duda el que, según el historiador Heródoto, efectuaron los fenicios por encargo del faraón Necao hacia finales del siglo vn a.C. y que, habiendo durado cerca de tres años, los llevó a circunnavegar el continente africano de oriente a occidente, o bien, como narra un geógrafo griego, el viaje del cartaginés Hannón que, hacia finales del siglo V a.C., poniendo vela desde Cartago hacia el océano Atlántico, traspasó las columnas de Hércules, llegando hasta el golfo de Guinea. También vale la pena citar el viaje efectuado hacia el siglo y a.C., por el cartaginés Himilcón a lo largo de las costas atlánticas de Europa hasta alcanzar la Bretaña y, tal vez, las islas Casitérides (Gran Bretaña e Irlanda) en busca del estaño y en el intento de abrir una nueva vía comercial para este mineral, en alternativa a la vía continental que, a través de Francia, llegaba hasta el golfo de León y a Marsella. Algunos hallazgos arqueológicos atestiguan la presencia, aunque temporal, de los cartagineses en las islas Azores, mientras ulteriores noticias de antiguos autores cuentan viajes fabulosos efectuados por los fenicios en regiones del océano Atlántico.

Diseño de embarcaciones:
Para poder desarrollar sus actividades comerciales, los fenicios utilizaron barcos equipados adecuadamente para dichos fines, que explotaban todos los recursos puestos a disposición por la técnica de los astilleros de la época y que no estaban muy distantes de los criterios constructivos actualmente en uso. Ante todo hay que recordar los barcos de transporte, llamados gauloipor los antiguos autores, a causa de la redondez de su casco, que tenían una amplia capacidad de carga y poseían una anchura equivalente a la cuarta parte de la longitud. Los barcos de transporte fenicios tenían una longitud comprendida entre los veinte y los treinta metros y, por lo tanto, la anchura era de seis o siete metros; el calado era de un metro y medio aproximadamente, en analogía con la parte saliente del casco. Si las medidas ahora mencionadas corresponden a la mayor parte de la flota en uso, no hay que excluir los barcos mercantiles de mayores dimensiones. La popa era redondeada y culminaba con un friso de cola de pescado o en forma de viruta, así como la proa, también curvilínea, acababa en el aplustro, un friso zoomorfo representando la cabeza de un caballo. En el casco, a espaldas de la proa, estaban representados dos ojos, que, según la intención de cada caso, tenían que permitir al barco ver la ruta y tenían que causar terror a los enemigos. La propulsión de estos barcos estaba garantizada por la presencia del palo maestro que sostenía una vela rectangular, fija con una yerga que se orientaba según fuera la dirección del viento. La forma y la posición de la vela permitían al barco tan sólo unas andaduras con vientos provenientes de los cuadrantes de popa. El gobierno del barco estaba asegurado por el timón, un remo con las palas asimétricas muy amplias, que se sujetaba en el lado izquierdo, cerca de la popa. En el puente del barco, siempre hacia la parte de popa, surgía el castillo que ofrecía protección a la tripulación y contenía los aparejos además de la cocina de a bordo. La tripulación de estos buques raramente superaba los veinte hombres, incluyendo al capitán armador y al piloto, puesto que la navegación de vela no requería un número mayor de marineros. Pasando a considerar los barcos que componían la flota de guerra de los fenicios y de Cartago es preciso observar, ante todo, que estas embarcaciones eran más delgadas que la flotilla comercial. Pues, para poder albergar una tripulación más numerosa y para poder disponer en los bancos del mayor número posible de remeros, estos navíos tenían una anchura que correspondía casi a la séptima parte de su longitud. Mientras la popa era semejante a la de los barcos comerciales, la proa se apartaba bastante, puesto que constituía la parte más importante de la embarcación y el arma ofensiva durante las batallas. Era precisamente en la extremidad de la proa donde se colocaba el espolón, es decir, una punta de bronce de diferentes perfiles que se utilizaba para destrozar los costados de los barcos adversarios. A los lados de la proa estaban ubicados los acostumbrados ojos, encima de los cuales se hallaban los orificios por los que pasaban los cables de las anclas. En el puente, siempre hacia proa, estaba situado el castillo, una estructura de madera que durante los enfrentamientos albergaba a los arqueros o las catapultas; en popa estaba en cambio el puente, reparo y alojamiento del capitán y de los oficiales. El gobierno del barco estaba asegurado por dos timones colocados en los costados, cerca de la popa. La propulsión del barco de guerra era más compleja, puesto que en batalla eran indispensables las evoluciones y cambios bruscos de ruta para poder tocar al enemigo con el espolón y evitar los golpes asestados por la flota adversaria. Por lo tanto, en el puente se levantaban dos palos, uno colocado en el centro, que sostenía la gran vela maestra, y otro ubicado en la proa que enarbolaba una pequeña vela, la cual permitía gobernar el barco incluso con vientos transversales. Durante las batallas los barcos se desarbolaban y la propulsión de los mismos quedaba asegurada por los remeros. Estos se colocaban en el interior del casco, a lo largo de los costados del barco, y empuñaban los remos que salían por los orificios practicados en la tablazón. Junto a los barcos comerciales y de guerra, se conocen también embarcaciones menores, como los botes utilizados para recorridos de pequeño cabotaje o las barcas de pesca. La forma del casco era semejante a la de los barcos mercantiles, con una proporción análoga entre la longitud y la anchura. La popa, adornada con un friso, era redondeada, mientras que la proa era apiculada, llevando encima una viga. La propulsión dependía tanto de las velas, con un pequeño palo, como de los remos, mientras el gobierno se aseguraba mediante un timón situado a la izquierda de la popa. Siempre sobre el tema de la flota de guerra es preciso mencionar primeramente los tipos en uso entre el inicio de la historia de los fenicios y la caída de Cartago.

El barco más antiguo y más elemental era la pentecontera, cuyo nombre indica sus características más sobresalientes. La embarcación, en efecto, tenía una longitud que se calcula entre unos veinticinco metros y tenía una tripulación de cincuenta hombres en los remos, dispuestos en veinticinco por cada lado, además del capitán, el segundo, el piloto y los hombres encargados de la maniobra de las velas, que no superaban el número de diez. El ritmo del movimiento de los remos lo aseguraba un flautista. La reina del Mediterráneo, dueña indiscutible del mar, entre los siglos VII y IV a.C., fue la trirreme o triera, cuya invención los antiguos autores atribuyen a los navegantes fenicios. Esta embarcación albergaba una tripulación de unos ciento ochenta hombres, dispuestos en la siguiente forma: ochenta y cinco hombres por cada lado se aplicaban a los remos, mientras la parte restante constituía el personal consagrado al mando y a la maniobra del velamen, así como un pequeño contingente de infantería de desembarque, destinada al combate. La innovación fundamental de este barco fue el hecho de que los remeros, dada la longitud del casco, no superior a los treinta y seis metros, no estaban dispuestos en línea, sino superpuestos en tres filas desiguales, de manera que pudieran lograr un triple objetivo: no estorbar el movimiento de los remos de los marineros, no tener que levantar demasiado los costados del barco y contener su longitud. Los antiguos autores también atribuyen la sucesiva tetrera, en servicio en las flotas cartaginesas a partir del siglo IV a.C., a los astilleros de Cartago. La innovación de este barco, como la de la sucesiva pentera, clásico buque de línea durante las guerras púnicas, consistía en disponer de cuatro y, a continuación, de cinco remeros para cada remo y en un mismo banco. Tanto la tetrera como la pentera tenían una longitud de casi cuarenta metros y una anchura de poco más de seis, con una parte sumergida no superior a los dos metros. La máxima velocidad alcanzable por estos barcos -cuya tripulación era respectivamente de doscientos cuarenta y de trescientos hombres aplicados a los treinta remos por lado, además de aquellos destinados a la maniobra de las velas-, velocidad obtenida con el uso simultáneo de dos medios propulsores y únicamente para cortos trechos, era de cinco y de seis nudos. La velocidad de crucero, alcanzable con el uso de uno solo de los medios de propulsión era de casi la mitad de la máxima. La aproximación al teatro de la batalla se hacía con el exclusivo uso de la vela; en el momento de avistar al enemigo, se amainaban las velas y se quitaba el mástil y, cuando era posible, se dejaba en tierra para dejar libre el puente, a fin de que los combatientes pudieran moverse fácilmente en él.

Técnica de combate naval:
El orden de batalla y el enfrentamiento se efectuaba exclusivamente a fuerza de remos, para poder maniobrar el barco con mayor facilidad. De máximo interés es el constatar, a través de las antiguas fuentes, que mientras los ejércitos cartagineses estaban compuestos prevalentemente de mercenarios, reclutados a sueldo en las diferentes regiones del Mediterráneo, las tripulaciones de los barcos, en cambio, estaban constituidas exclusivamente por ciudadanos cartagineses. La consistencia de las flotas durante el enfrentamiento con Roma, era de varias escuadras de doce barcos y podía llegar normalmente a formar flotas de ciento veinte barcos y, en casos especiales, de más de trescientos. Las tácticas de las batallas navales de escuadra eran principalmente dos: la primera, conocida con el nombre de diecplus, consistía en una salida simultánea y velocísima de toda la flota dispuesta en línea, en atravesar la línea enemiga por los espacios existentes entre los barcos, en el repentino viraje a espaldas del adversario y en el asestar un golpe definitivo, con el espolón, en la popa de los barcos enemigos. La segunda táctica, definida periplus, consistía en colocarse al lado del barco enemigo y asestarle un golpe con el espolón contra el costado. Cuando un barco enemigo no quedaba irremediablemente afectado era arrastrado hasta tierra firme para efectuar su reparación y poder utilizarlo de nuevo.

Construcción naval:
En cuanto a la carpintería y a las técnicas de construcción de aquel tiempo, ha sido de gran ayuda, para su mejor conocimiento, el descubrir en un espejo de mar poco al norte de Marsala, dos barcos púnicos del siglo III a.C. Los barcos, en discreto estado de conservación teniendo en cuenta su larga permanencia en agua, han sido clasificados por los autores del hallazgo como barcos de guerra, pero la ausencia del espolón, de por sí tan significativa, y su escasa longitud, no superior a los treinta metros, permiten atribuir a las dos embarcaciones una función más bien de avisos-repuestos, no destinados a las operaciones bélicas sino a funciones de enlace. En todo caso, lo que sigue siendo de importancia fundamental es la técnica utilizada en su construcción. En efecto, ha sido posible observar que ambos barcos estaban construidos en su totalidad, con piezas de madera prefabricadas separadamente y montadas sólo en un segundo tiempo. Esto se deduce en base a la presencia en los bordes de cada pieza de unas letras del alfabeto púnico y de líneas de guía que debían servir de referencia a los carpinteros. Este descubrimiento contribuye también a aclarar el famoso episodio descrito por Plinio (Nat. Hist., XVI, 92) en que se cuenta cómo la primera flota romana fue construida tan sólo en sesenta días. En realidad, el historiador Polibio cuenta lo siguiente: "En esta ocasión, los cartagineses habían asaltado (a los romanos) en el estrecho (de Mesina) y un barco cubierto, habiendo avanzado demasiado en su afán de combatir, se había embarrancado y había caído en manos de los romanos; de este barco se sirvieron para construir toda la flota". Es bastante evidente que, si para la construcción del barco de guerra cartaginés se habían utilizado los sistemas descritos arriba, el subsiguiente desmontaje había revelado su procedimiento y había permitido a los carpinteros romanos preparar la flota en muy breve tiempo. Por otra parte, siendo innegable la supremacía de las flotas cartaginesas en este período, es lógico que se tomaran como prototipos los barcos que, en aquel tiempo, constituían la suma de las técnicas navales, de la funcionalidad y de la manejabilidad, en toda la cuenca occidental del Mediterráneo. En conclusión, la estructura de los antiguos barcos fenicios y púnicos y los elementos que componían su casco, por lo menos en base a lo que se puede deducir de los restos de embarcaciones arriba citados, era bastante parecida a las actuales barcas de pesca de los países ribereños del Mediterráneo. Se trata de un complejo de tablas colocadas a cuchillo o parcialmente superpuestas -la tablazón- que va sujeto interiormente por un esqueleto de vigas -las ordenadas- ortogonales a la quilla. Además subsisten trazas de un recubrimiento externo que protegía la tablazón, formado por planchas de plomo embreado interiormente con pez y fijadas al casco con clavos de cobre.

El Alinghi, a tan solo una victoria del triunfo final.

30 de junio de 2007 - Los suizos partían primero, pero a barlovento, y los neozelandeses lograban colocarse por delante obligando al SUI 100 a virar aprovechando un role a izquierdas. El SUI 100 permanecía al acecho, y en la última ceñida, Butterworth iba a hacer una demostración de temple. Esperaba a que el viento se colocara en el lugar más conveniente a pesar de ver durante cerca de 10 minutos cómo los neozelandeses se adelantaban. En el momento justo, ordenaba la virada y tras tres cruces, su caña, Ed Baird, era capaz de ejecutar un adelantamiento que vale un 4-2 en el marcador.

MATCH 2 – Alinghi gana a Emirates Team New Zealand – DELTA 00:28
Justo 300 segundos antes de la señal de salida, Ed Baird y Dean Barker llevaban sus barcos hasta el centro del cajón de presalida, donde el SUI 100 obligaba al NZL 92 a orzar. Ambos permanecían aproados casi tres minutos, hasta que Simon Daubney cazaba el génova para acelerar el barco suizo. La embarcación kiwi arribaba también y se marchaba a la derecha, con Baird acosando por popa. A 50 segundos de la señal, Barker se veía obligado a arriesgar trasluchando delante de la proa de Alinghi, que apuntaba directamente a su costado buscando la penalización. Los tripulantes del SUI 100 pedían penalización, pero los jueces entendían que la maniobra había sido legal, quizá por apenas unos centímetros.

Alinghi recuperaba la derecha en la salida, y ambos barcos partían con velocidades similares, amurados a estribor y en busca del lado izquierdo del campo. Las imágenes de televisión mostraban al táctico de Emirates Team New Zealand, Terry Hutchinson, apretando los dientes. Los suizos se habían hecho con el control y se los estaban llevando contra el límite. Hutchinson necesitaba encontrar una forma de escapar, pero conforme pasaba el tiempo y los metros, las opciones se reducían.

Barker hacía uso de la mejor carta que tenía en sus manos, sacrificar velocidad para cerrar la distancia lateral entre ambos barcos y así ensuciar el viento de las velas del SUI 100. Y lo lograba. A 11 minutos de la salida, Baird viraba. Los kiwis también lo hacían y el viento empezaba a rolar a la izquierda, lo que colocaba al NZL 92 algo más de una eslora por delante a 1.000 metros de la boya de barlovento.

Alinghi esperaba hasta el último momento para virar a por el cruce. Los kiwis aumentaban su ventaja hasta las tres esloras. A los suizos se les había puesto cuesta arriba una regata que era suya al inicio. El Defender iba más de 90 metros por detrás, obligado a hacer una virada más para alcanzar la baliza. Pero en esos últimos instantes de la ceñida, el viento se iba a la derecha para favorecer al SUI 100, que montaba boya apenas 14 segundos después.

Alinghi trasluchaba nada más arriar el génova, y los kiwis respondían automáticamente. Murray Jones ascendía a lo alto del mástil del SUI 100 para buscar ese role, esa zona del campo de regatas con más presión que llevara el barco suizo a remontar.
La segunda trasluchada iba a ser también simultánea. Barker y sus hombres habían vigilado cada movimiento en la cubierta del SUI 100 para anticipar la maniobra. En ese momento, los tripulantes de Alinghi se habían comido la mitad de la distancia que les separaba de Emirates Team New Zealand. En el cruce, Butterworth pedía una trasluchada más y los kiwis esperaban minuto y medio antes de responder. La separación lateral aumentaba hasta superar los 600 metros. Y Butterworth decidía trasluchar de nuevo 60 segundos después. El siguiente cruce iba a determinar qué equipo había tomado la mejor decisión. Y era Alinghi.

La llegada a la puerta de sotavento iba a ser crítica. Emirates Team New Zealand optaba por sacrificar distancia por velocidad al navegar más metros para marcharse a buscar la izquierda. Escasos 11 segundos después, Alinghi elegía lo contrario, perder velocidad pero hacerse con la derecha, el lado favorecido por el reglamento y quizá por el role.

Al inicio de la ceñida, el viento se iba de nuevo a la izquierda y aventajaba a los kiwis, que navegaban en un rumbo más cerrado, alejándose hacia la última boya. La distancia entre proas llegaba a superar los 100 metros. Pero Butterworth conservaba la calma esperando un role a derechas. En cuanto los números del barco le indicaban que el viento estaba donde quería, ordenaba la virada para llegar al primer cruce una escasa eslora por detrás. En segundo estaba más cerca. Y al tercero lo lograba. Barker viraba justo en la proa del SUI 100, pero Baird era capaz de mantener el rumbo y colocarse por delante. El adelantamiento era espectacular. Butterworth había arriesgado y se llevaba el premio de darle la vuelta a la regata. Los kiwis montaban la última boya 14 segundos después.

Los últimos metros de la empopada final iban a ser críticos. Barker se colocaba justo a popa de Alinghi intentando meter la proa a sotavento para orzar a los suizos. No lo lograba por muy poco, y trasluchaba para buscar un último role que le llevara hacia la victoria. El viento iba a favorecer a Alinghi en la última maniobra, que en el siguiente cruce había aumentado su ventaja de una a seis esloras. Los suizos están a un punto del ansiado 5.

Mañana, señal de atención de la séptima regata del America’s Cup Match a las 14:50.

26/6/07

Dubai compró el "Queen Elizabeth 2" para convertirlo en hotel flotante

Cunard Line vendió el famoso crucero británico en 75 millones de euros. Ahora, el gigantesco barco será reformado para transformarse en un alojamiento de lujo y un paraíso de compras en una de las islas del rico emirato árabe.

A partir de noviembre de 2009, el crucero "Queen Elizabeth 2" se convertirá en un hotel flotante. Así lo informó la compañía naviera británica Cunard Line que lo vendió por 75 millones de euros con el objetivo de transformarlo en un alojamiento de lujo.

El gigantesco barco se convertirá en una atracción turística ante la isla artificial "The Palm Jumeirah" en Dubai, uno de los ricos emiratos árabes. La embarcación será transformada y, además de hotel, será un paraíso de compras en un muelle especial.

Los trabajos de remodelación, según las autoridades de Dubai, respetarán lo máximo posible al original. También está previsto un museo sobre la historia de la famosa embarcación.

El Queen Elizabeth II es un barco de la compañía británica Cunard Line y su primer viaje fue 2 de mayo de 1969. Ha sido remodelado en varias ocasiones: 1987, 1996 y 1999. En la actualidad es considerado uno de los más bellos cruceros que recorre los mares.

Dispone de 632 camarotes dobles exteriores y 221 dobles interiores, lo que representa una ocupación de 1.778 pasajeros.

Finalizan el puente sobre el mar más largo del mundo

La increíble construcción de 36 kilómetros dispone de seis carriles y una las ciudades de Jiaxing y de Cixi, en China. Demandó más de 1.420 millones de dólares. Será inaugurada antes de los juegos de Pekín.

China celebra hoy con una gran ceremonia en la bahía de Hangzhou (provincia suroriental de Zhejiang) la unión de los dos extremos del puente más largo del mundo jamás construido sobre el mar, de 36 kilómetros y seis carriles, informó la agencia oficial Xinhua.

El espectacular puente unirá los dos lados de la bahía de Hangzhou, situada al sur de Shanghai, y conectará las ciudades de Jiaxing y de Cixi, a unos 70 kilómetros al norte de Ningbo, que cuenta con uno de los principales puertos del país asiático.

La distancia de un viaje entre Shanghai y Ningbo, una de las zonas más ricas de China, pasará de los 400 kilómetros a 80, gracias al nuevo puente, que empezó a construirse en noviembre de 2003, y se inaugurará antes de los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto de 2008, según Jin Jianming, subdirector de las obras.

La gigantesca construcción supone una inversión de 1.420 millones de dólares (unos 1.054 millones de euros) y prácticamente la mitad de estos fondos fueron aportados por el sector privado, que por primera vez participa en inversiones en proyectos públicos de infraestructuras en el país.

10/6/07

Vientos....

El viento:
Es el movimiento del aire en la atmósfera con relación a la superficie terrestre, originado por la diferente densidad de masas de aire que se encuentran a distinta temperatura. En meteorología se denomina como tal la componente del movimiento del aire paralela a la superficie terrestre. Los movimientos de las masas de aire en otras direcciones se denominan corrientes de aire. Por medio del viento se transporta la humedad y el calor de unas zonas a otras, parámetros fundamentales que configuran el tiempo en un lugar. Al ser una magnitud vectorial se define por su dirección sentido y por su velocidad.

Medición del viento en la actualidad:
La dirección se mide mediante la veleta según los 360 grados geográficos en intervalos de 10 grados. En la mar se emplean los 16 rumbos de la rosa de los vientos. Los anemómetros miden la velocidad, expresada comúnmente en metros/segundo y el nudo (milla náutica/hora). En la mar la velocidad se expresa en unidades de la escala de Beaufort. En la actualidad se emplea el radar de viento para determinar la velocidad y dirección en una zona determinada. Para la medición del tiempo en altura se emplean las radiosondas y los globos pilotos. En ambos se parte de una velocidad ascensional constante, determinándose desde la estación de seguimiento la posición del globo a intervalos fijos de tiempo; de esta forma se obtienen sus distintas posiciones en los últimos niveles de ascensión, con lo que se determina, según la magnitud y dirección de desplazamiento entre mediciones, la velocidad y dirección del viento a distintas alturas. La diferencia entre el sondeo con radiosonda y el sondeo con globo piloto se realiza visualmente por medio de un teodolito, por lo que es imprescindible la ausencia de nubes para una observación completa, mientras que con la radiosonda el seguimiento se realiza automáticamente desde el suelo al estar dotado el globo de sondeo de un emisor de radio. En los sondeos con radiosonda, aparte del viento, también se determinan las temperaturas y humedades a distintas alturas. En zonas en las que escasean las estaciones (grandes océanos, regiones polares), los aviones comerciales que las sobrevuelan los facilitan por medio de unos mensajes radiados llamados AIREP, en los que figuran, para las distintas posiciones de la aeronave (latitud, longitud y altura), datos de velocidad y dirección y temperatura del viento.

Los nombres de los vientos:
El viento, tan presente como benéfico a veces o catastrófico en ocasiones, adquirió pronto diversas personificaciones; así, Boreas fue la denominación para los vientos huracanados del Norte y Céfiro fue la cara amable de las suaves brisas del Sur. Poseidón, librando encarnizadas batallas con sus huestes de Tritones y Nereidas dio explicación a las tormentas y tempestades, de la misma manera que justificó los cálidos vientos y las suaves brisas. En un punto determinado del Mediterráneo debieron nacer, en hora incierta, las denominaciones de los puntos cardinales y también los nombres de los vientos intermedios. Los lugares por donde nace y muere el sol señalan, desde siempre, los puntos cardinales del Este y el Oeste. La posición del sol en su punto más alto del mediodía señala igualmente el eje Norte-Sur. Los vientos al soplar no coincidían siempre con los ejes geográficos principales, por lo que fue necesario identificar direcciones intermedias. Los nombres de Greco o Gregal, Siroco o Xaloc, Lebeche y Maestro o Mistral tomaron carta de naturaleza. Pero para que determinado viento sea identificado con una dirección dada es preciso partir de una localización pecisa. A pesar de no ser un viento intermedio, la Tramontana, equivalente del viento del Norte, toma su denominación de "más allá de los montes" y se aplica, haya o no una cadena montañosa, al norte. En Cataluña, la Tramuntana adquiere un significación especial, sobre todo en la costa gerundense y también en Baleares, concretamente en la isla de Menorca. Según se dice, es responsable principal tanto del "seny" como de la "rauxa", características temperamentales asimilables al sentido común y a la fantasía.

La cuna de los vientos:
Así, para el Greco, por ejemplo, el lugar de observación debía estar necesariamente al sur y al oeste de Atenas. Para el Siroco, viento que viene de Siria, la cuna de los vientos debía estar al norte y al oeste de Damasco. Para el Lebeche, viento que viene de Libia, el lugar de observación debe situarse al norte y al este de Trípoli. Notemos que incluso en mapas actuales se conoce esta capital por Tarabulus al Garb. Y por último, para el Maestro o Mistral, el origen debe de situarse al sur y al oeste de Roma. De ahí le viene el nombre de magister, maestro o viento principal. Estas cuatro ciudades, metrópolis del mundo conocido, dieron origen a algún lugar de la cuenca mediterránea oriental al nacimiento de los nombres de los vientos que aún perduran en la actualidad. Situando en la carta estos condicionantes geográficos, podemos indicar que el cruce del paralelo 36ºN con el meridiano 20ºE señala el lugar de la cuna de los vientos. En la cuenca del mar Jónico, en algún lugar de la ruta que une las islas de Malta y Creta, podemos situar con un grado de certeza aceptable el lugar del nacimiento de los vientos.

El odre de los vientos:
Dentro de la cultura grecorromana, los griegos fueron los poetas y los romanos los pragmáticos. El gran poeta Homero, con su obra La Odisea, donde refiere la azarosa vida de Ulises, dio una explicación poética al origen de los vientos mediante una ingeniosa leyenda. Habiendo arribado Ulises y sus marineros a la isla Eólica, su dueño y señor, Eolo agasajó a todos y, tras varios días de celebraciones y festejos, decidió regalar a Ulises un valioso presente que pudiese facilitar su regreso hacia Penélope. Se trataba del Odre de los Vientos, y bien le advirtió que nunca lo abriese, pues se podían desencadenar violentas tempestades al dar salida a todos los vientos a la vez. Sólo en casos muy precisos y de manera muy cuidadosa podría luchar contra las calmas, pero siempre con mucho riesgo. Ulises y sus hombres se embarcaron de nuevo y pudo más la curiosidad que los consejos. En medio de la noche, la marinería, desoyendo las recomendaciones de Ulises, entreabrió la boca del Odre y, de repente, se desató tan feroz tormenta que puso en riesgo de zozobra a todos en su viaje de regreso a Itaca.

El hálito de los dioses:
Hoy en día, los vientos han perdido parte de su misterio al ser clasificados simplemente de térmicos o de gradiente, y un señor francés, un tal Beaufort, llegó a encasillarlos en una escala que mide su fuerza. Pero aún perduran las denominaciones clásicas y Greco y Siroco siguen vivos en el lenguaje marinero. A pesar de las bajas y las altas presiones, a pesar del fetch y tantos otros términos técnicos, los vientos siguen teniendo un gran tanto por ciento de poesía, algo del hálito de los dioses. Hoy en día las denominaciones tales como Meltemi, Simoun, Cierzo, Tramontana y tantas otras siguen vigentes y obedecen a topografías locales que se engarzan en los vientos generales, y otras veces sustituyen o los suplantan. Una denominación particular de un viento dominante de la costa catalana que nos recuerda nuestro pasado árabe merece nuestra atención; se trata del Garbí, soplando del 235º . Dicho suroeste conserva todavía la denominación de "oeste" en lengua árabe actual: Garb=Oeste. Viento que equivale al Embat de la Bahía de Palma de Mallorca. Otros lugares bautizan a sus vientos con nombres tan sugerentes como Virazón, Terral, Lemosino, etc., poniendo de manifiesto que todavía en los albores del tercer milenio los vientos son algo más que la escueta definición del diccionario: "aire en movimiento". (R.Cervera)
(*) Bóreas: Según Heródoto los atenienses una vez invocaron exitosamente a Bóreas para que destruyera la flota del rey Jerjes y en agradecimiento le construyeron un magnífico templo en las orillas del río Ilisos. También ayudó a los megalopolitanos contra los espartanos, por lo que los vencedores le ofrecían sacrificios anuales (Pausanias VIII).

    Perder la tramontana:
    Es la tramontana, según el Diccionario de la Real Academia Española, «el Norte o Septentrión y el viento que sopla de esta parte». Asimismo, en otra acepción, es un figurativo de«altivez, vanidad, soberbia o pompa». En cuanto a la expresión «perder la tramontana» es igual a «perder la brújula». También puede emplearse en el sentido de perder los estribos», desbarrar, obrar fuera de razón. La etimología de la palabra procede del Italiano y aparece escrita por vez primera en el Diario de Colón (1502). La palabra italiana tramontana, que es un término marítimo genovés que indica el viento de más allá de los montes de los Alpes, llega tarde al castellano. No así al catalán, ni al francés, donde aparece en los siglos XIII y XIV. En Cataluña sobre todo, la palabra tramontana tiene su sentido por ser el viento de los Pirineos. Así en Rarnon Llull «Guarda la A a la tremuntana» (Llibre de la Contemplació) o la Crónica de Jaume I: «D’una font que hi neix d’una part vers tramuntana». Y en su acepción de punto cardinal viene aclarada en otro texto de Genebreda: «Gira’t a les quatre parts del mon, a mig jorn, a tramuntana a orient e occident». Asimismo en francés aparece ya en el siglo XIII el viento tresmontane, Perder la tramontana es perder el Norte; la palabra tiene, no obstante, una acepción tanto en castellano como en catalán y en francés que no recoge nuestro Diccionario: el de la estrella polar. En Cataluña, de muy antiguo, tuvo este significado de viento y de estrella. El mismo Ramon LlulI emplea la palabra en los dos sentidos: «Veem que los mariners com van per la mar qu’es guien per la tremuntanada». Igualmente en francés se encuentra este sentido en el siglo XIII en Jean de Meung, el autor célebre del Roman de la Rose:

      Claire esimie de mer, certaine tresmontane,
      Méne-nous et conduis en glaire souveraine,

    Lo curioso del caso es que la primera mención escrita de tramontana en castellano con la significación de estrella polar es una invocación a la Virgen muy parecida a la anterior, pero data del siglo XVII y la escribió nada menos que Lope de Vega:

      Virgen del mar, Estrella tramontana
      Hermosa más que el sol...

    Perder la tramontana es, por lo tanto, perder la guía de la estrella del Norte, como se comprueba en el refrán catalán completo: «Perdre la tramuntana de vista». Hoy la frase está prácticamente en desuso en castellano y catalán aunque no en francés. Así el poeta Georges Brassens aún canta:

      J’ai perdu la tramontane
      en perdant Margot...

    Claro está que esta expresión resulta incomprensible para la mayoría de franceses que no sean meridionales como Georges Brassens, que es natural de Sète. En Cataluña, hoy, tramontana sirve para designar al viento tan sólo y existen no pocas supersticiones que se refieren a él. (Luján)


La clase 12-Metros llega al Port America's Cup

Valencia, 8 de junio de 2007 – El pasado y el presente de la America’s Cup se unen en la ciudad de Valencia. Hasta 15 barcos de la clase 12-Metros, la utilizada en todas las ediciones de la America’s Cup de 1958 a 1987, disputarán tres días de regatas entre el 14 y el 17 de junio. Por esta razón, el sábado 9 y el domingo 10 de junio, desde las 12:30 hasta las 20:00, tres de estas embarcaciones estarán expuestas en el pantalán situado frente al Veles e Vents (junto el Estrella Damm Lounge). El resto permanecerán amarradas en la Marina Norte.

Está prevista la presencia de dos leyendas de la America’s Cup durante los días de regata de la clase 12-Metros: Olin J. Stephens, el diseñador más laureado de la historia, y Bill Koch, armador del primer equipo que defendió con éxito el trofeo con la introducción de la America’s Cup Class, en 1992, y armador en 1995 del único equipo formado por mujeres en la historia de la America’s Cup.

La clase 12-Metros fue creada a principios del Siglo XX y entre los 15 barcos inscritos en Valencia hay joyas como: el Zinita (1927), el Emilia (1930), el Seven Seas (1935), el Vanity (1936) y el Trivia (1935, expuesta frente al Estrella Damm Lounge). También participarán: el Sovereign (disputó la America’s Cup en 1964), el Freedom (defensor ganador de la America’s Cup en 1980), el Kiwi Magic (disputó la final de la Louis Vuitton Cup en 1987 frente al Stars & Stripes, que posteriormente ganó) y el South Australia (pugnó por ser el defensor de la America’s Cup 1987).

La clase 12-Metros es hasta la fecha la más longeva de cuantas se han utilizado en los 156 años de historia de la America’s Cup. En 10 ediciones disputadas a lo largo de 29 años, estas naves pugnaron por el trofeo deportivo más antiguo del mundo. Su introducción supuso el renacimiento de la America’s Cup tras la Segunda Guerra Mundial, exactamente 21 años después de la última edición previa, que se disputó en 1937 a bordo de los majestuosos veleros J-Class.

A lo largo de estos años se produjeron algunos de los hechos más importantes de la historia de la America’s Cup:

- 1958: La America’s Cup reinicia la competición tras la Segunda Guerra Mundial.

- 1970: El New York Yacht Club acepta por primera vez que más de un club náutico desafíe simultáneamente por la America’s Cup. Un barco francés y uno australiano pugnaron por el derecho a navegar en el America’s Cup Match. Fue el germen de la Louis Vuitton Cup.

- 1983: Se disputa la primera Louis Vuitton Cup.

- 1983: Por primera vez en la historia un desafío logra derrotar al defensor de la America’s Cup. Fue el Australia II y venció al Liberty estadounidense, patroneado por Dennis Conner. Habían pasado 132 años y 25 ediciones desde la victoria de America en la Isla de Wight en 1851.

- 1987: Última edición disputada con la clase 12-Metros. Dennis Conner logra recuperar la America’s Cup para Estados Unidos en Fremantle (Australia).

8/6/07

Todo el equipo de Emirates Team New Zealand levanta la Louis Vuitton Cup

Más de 15.000 espectadores eran testigos del momento histórico que se vivía en el Port America’s Cup tras la victoria de Emirates Team New Zealand en la Louis Vuitton Cup. Después de tres años de regatas en cuatro países de Europa, el equipo neozelandés ha logrado el primero de sus dos grandes objetivos: Ganar la Louis Vuitton Cup para obtener el derecho a enfrentarse a Alinghi por la America’s Cup. Por esta razón, toda la tripulación del equipo neozelandés compartió el éxito en una ceremonia marcada por la emoción y las sorpresas.

A las 18:30 horas, los presentadores de la ceremonia anunciaban al público que el trofeo de la Louis Vuitton Cup iba a “llegar con el viento”. Y así fue. Desde un helicóptero situado a más de 1.500 metros de altura, cuatro hombres saltaban al vacío. Los dos primeros, equipados con trajes especiales, ejecutaban un vuelo rasante en caída libre por encima del canal del Port America’s Cup. Justo después, dos especialistas en parapente realizaban una coreografía aérea y aterrizaban sobre el escenario.

Uno de ellos llevaba a la espalda una maleta roja de Louis Vuitton que en su interior portaba el trofeo de la Louis Vuitton Cup. Exactamente a las 18:45, el trofeo estaba en el escenario esperando a sus nuevos poseedores, mientras la tripulación de Luna Rossa Challenge, el equipo derrotado en la final de la Louis Vuitton Cup, asistía al evento a bordo del ITA 94, entre los aplausos del público que reconoció su esfuerzo.

A continuación, los tripulantes de Emirates Team New Zealand amarraban el NZL 92 junto al escenario y ascendían uno a uno como ganadores. Yves Carcelle, presidente de Louis Vuitton Malletier y de Moët et Chandon; Michel Bonnefous, presidente de la organización de la 32ª America’s Cup; Antoine Arnault, director de comunicación de Louis Vuitton; y Bruno Troublé, fundador de la Louis Vuitton Cup, estaban esperándoles para hacerles entrega del trofeo.

Michel Bonnefous agradecía “a los equipos, al público, a los voluntarios y a la ciudad de Valencia su trabajo para lograr esta fantástica 32ª America’s Cup” y felicitaba por la victoria a Grant Dalton, director general de Emirates Team New Zealand. Yves Carcelle, por su parte, recordó al público que en cuatro de las seis ediciones de la Louis Vuitton Cup que se han disputado desde su fundación, en 1983, “el desafío ha ganado al defensor en el America’s Cup Match”.

Exactamente a las 19:00 horas de este 6 de junio de 2007, Dean Barker, patrón de Emirates Team New Zealand, y Grant Dalton, levantaban el trofeo ante todos los presentes en un momento de gran emoción. Segundos después, los miembros del equipo descorchaban cuatro botellas de Möet et Chandon con las que celebraban el gran triunfo entre millones de burbujas que salían del escenario conformando una imagen única. Por fin, Emirates Team New Zealand podía celebrar una victoria.

En un comunicado remitido por Alinghi, Brad Butterworth, patrón del defensor suizo afirmaba: “Es una gran resultado para Emirates Team New Zealand porque han navegado muy bien toda la competición. Creo que durante años han sido el equipo que más ha destacado, así que su victoria no me sorprende”.

Grant Dalton, máximo responsable deportivo de Emirates Team New Zealand, se deshacía en halagos: “Quiero felicitar a Luna Rossa, son un equipo fantástico. Agradezco también a AC Management, Louis Vuitton, Alinghi y a la ciudad de Valencia por esta fantástica sede que nos han proporcionado; las regatas son increíbles. También quiero dar las gracias a nuestros patrocinadores y sobre todo a ustedes, a todos los aficionados que están aquí y en Nueva Zelanda. ¡Sois brillantes! ¡Os queremos!”.

5/6/07

Borges... algunos poemas sobre el mar....

El mar:

Antes que el sueño (o el terror) tejiera
Mitologías y cosmogonías,
A
ntes que el tiempo se acuñara en días,
El mar, el siempre mar, ya estaba y era.
¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
Y antiguo ser que roe los pilares
De la tierra y es uno y muchos mares
Y abismo y resplandor y azar y viento?
Quien lo mira lo ve por vez primera,

Siempre. Con el asombro que las cosas
Elementales dejan, las hermosas
Tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
Ulterior que sucede a la agonía.
(de El otro, el mismo, 1964)


Singladura:

El mar es una gran espada innumerable y una plenitud de pobreza.
La llamarada es traducible en ira, el manantial en tiempo, y la cisterna en clara aceptación.
El mar es solitario como un ciego.
El mar es un antiguo lenguaje que ya no alcanzo a descifrar.
En su hondura, el alba es una humilde tapia encalada.
De su confín surge el calor, igual que una humareda.
Impenetrable como de piedra labrada
persiste el mar ante los muchos días.
Cada tarde es un puerto.
Nuestra mirada flagelada de mar camina por su cielo:
Ultima playa blanda, celeste arcilla de las tardes.
¡Qué dulce intimidad la del ocaso en el huraño mar!
Claras como una feria brillan las nubes.
La luna nueva se ha enredado en un mástil.
La misma luna que dejamos bajo un arco de piedra y cuya luz agraciará los sauzales.
En la cubierta, quietamente, yo comparto la tarde con mi hermana, como un trozo de pan.

El mar:

El mar. El joven mar. El mar de Ulises
y el de aquel otro Ulises que la gente
del islam apodó famosamente
Es-Sindibad del Mar. El mar de grises
olas de Erico el Rojo, alto en su proa,
y el de aquel caballero que escribía
a la vez la epopeya y la elegía
de su patria, en la ciénaga de Goa.
El mar de Trafalgar. El que Inglaterra
cantó a lo largo de su larga historia,
el arduo mar que ensangrentó de gloria
en el diario ejercicio de la guerra.
El incesante mar que en la serena
mañana surca la infinita arena.



Un poco de historia sobre la piratería..... Sir Francis Drake

Francis Drake fue un corsario inglés que cumplía las ordenes de la reina Isabel I, pero navegaba en sus propios barcos y se quedaba con gran parte del botín que capturaba. Los enemigos de los ingleses en el siglo XVI eran los españoles, que acababan de conquistar el continente americano y comenzaban a extraer de sus minas valiosísimos cargamentos de oro y plata. Ése era el botín que buscaba Francis Drake atacando a las naves españolas.

Sus orígenes

Francis Drake nació en Crowndale en 1543. Navegó desde muy joven, ingresó en la marina y se adiestró con John Hawkins. En 1558 se alistó en un mercante destinado al golfo de Vizcaya. En 1565 intentó un negocio en las Indias Occidentales, de acuerdo con el capitán John Lovel, pero su cargamento fue confiscado por los españoles.

La vuelta al mundo

Drake se propuso ser el primer inglés en dar la vuelta al mundo, puesto que Fernando de Magallanes lo había intentado unas décadas antes, y aunque murió en el viaje, parte de su tripulación completó el viaje. Así pues, en 1572 zarpó de Plymouth con cinco naves y 166 hombres.

Atacó con éxito el puerto colombiano de Nombre de Dios y capturó varios barcos españoles. Para cruzar del océano Atlántico al Pacífico siguió la ruta descubierta por Magallanes, atravesando el estrecho que lleva su nombre en el extremo sur de lo que hoy es la Argentina y Chile.

Cuatro naves quedaron en el camino. Dos fueron abandonadas por Drake en el Río de la Plata, porque sus tripulaciones amenazaban con amotinarse. Otra naufragó y la cuarta, averiada, retornó a Inglaterra. Pero Drake no quiso rendirse y, al mando del Golden Hind [La cierva de oro], su nave insignia, recorrió toda la costa americana del Pacífico hasta el actual territorio canadiense.

Saqueó puertos y barcos españoles, conoció a los indios norteamericanos. Cruzando el istmo de Panamá hasta la divisoria de la cordillera, pudo ser el primer inglés que contemplara el Pacífico. Cruzó el Pacífico pasando por las islas Molucas y Samoa y llegó finalmente a Inglaterra después de casi tres años de viaje. Cuarenta de sus hombres murieron en el trayecto, pero él obtuvo la fama de gran capitán que ambicionaba.

La lucha contra la Armada Invencible

Cuando los españoles enviaron su Armada Invencible contra Inglaterra en 1595, la reina Isabel I lo volvió a enviar a combatir a los barcos españoles en aguas americanas. Drake luchó contra la armada como vicealmirante en la batalla del Canal de la Mancha.

Dirigió con acierto una de las divisiones de la armada Inglesa, mandada por Lord Howard Effingham, a quien superaba con sus dotes de marino. Aprovechó la mayor maniobrabilidad de las naves inglesas y el mayor alcance de su artilleía. Desempeñó también un papel importante en la decisiva acción de Gravelinas.

En 1589 atacó las playas de La Coruña con una potente escuadra y 20.000 hombres, pero el valor de los defensores le infligió una completa derrota.

Su final

En 1595, promovido ya al empleo de almirante por la reina Isabel, partió en su última expedición a las Indias Occidentales. Intentó inútilmente tomar La Palma y después Puerto Rico. Su compañero John Hawkins murió en la empresa y Drake, mientras regresaban a Europa, falleció en Portobelo durante la travesía a causa de una fuerte fiebre.

Drake fue uno de los viajeros que contribuyeron a la difusión en Europa del tabaco y la papa, dos productos desconocidos fuera del continente americano antes de la llegada de los europeos.

Mil millones de personas están amenazadas por el deshielo


Naciones Unidas dice que el fenómeno contribuirá al calentamiento global.

Miles de millones en todo el mundo sufrirán las consecuencias del retroceso de los glaciares, el derretimiento de las nieves eternas y el deshielo de los casquetes polares, como consecuencia del cambio climático. El informe, presentado ayer en Tromsoe (Noruega) por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), por conmemorarse hoy el Día Mundial del Medio Ambiente, advierte que el deshielo, a su vez, contribuirá al calentamiento global.

El documento Perspectivas mundiales para los glaciares y la nieve, elaborado por más de 70 expertos, refuerza y en ciertos casos amplía las conclusiones del panel intergubernamental sobre la evolución del clima, el que dio a conocer su cuarta evaluación entre febrero y mayo.

Una de las cuestiones más preocupantes es el futuro de las barreras de hielo de la Antártida y de Groenlandia, que contienen del 98% al 99% de las masas de hielo de agua dulce del planeta. El derretimiento de sólo el 20% en Groenlandia y del 5% en la Antártida haría aumentar de 4 a 5 metros el nivel del mar.

Unas mil millones de personas dependen de las aguas de deshielo en las zonas montañosas para las necesidades domésticas, agrícolas e industriales. La nieve también es importante para los deportes de invierno y la ganadería. Pero desde los ''60, la cobertura nívea en el hemisferio norte registra una reducción del 1,3% por década. Renos como el caribú y osos polares están amenazados, pues la nieve derretida que vuelve a congelarse forma una capa de hielo coriácea que impide a los animales alimentarse con líquenes.

Los suelos congelados, al derretirse, provocan hundimientos y sueltan grandes cantidades de gases de efecto invernadero que, por lo tanto, aceleran el calentamiento global. En Siberia han dado origen a lagos, y liberado burbujas de metano de 43.000 años.

El estado del hielo marino impacta en las corrientes oceánicas, en la cadena alimentaria y la vida de los 4 millones de habitantes del Ártico. Desde hace un cuarto de siglo su extensión en el norte ha disminuido 2,5% cada 10 años en marzo y un 9% en septiembre.

Los hielos de agua dulce —ríos y lagos—, sufren un congelamiento tardío y un deshielo precoz —de 10 a 15 días cada uno— debido al aumento de las temperaturas en otoño y primavera. Esto representa una importante amenaza a las poblaciones autóctonas, que los utilizan como corredores de transporte, de caza y de pesca.

La 32ª AMERICA’S cup en cifras

Algunos números y estadísticas interesantes sobre la vida alrededor del Port America’s Cup.

Visitantes
- 1.818.740 visitantes al Port America’s Cup desde el 1 de abril de 2007.
- 68.254: récord de visitantes en un día (el 1 de mayo de 2007).
- 5,3 millones: número total de visitantes desde el Marseille Louis Vuitton Act 1 de 2004.
- 221.747 visitantes en abril y mayo a la exposición ‘No Hay Segundo. De la América al Alinghi’.
- 135.381 visitantes a la ‘Casa de la America’s Cup’ desde su apertura en 2005.
- 1 millón de mapas del Port America’s Cup distribuidos en los centros El Corte Inglés de Valencia.
- Más de 500 barcos amarrados en el Port America’s Cup entre el 1 de abril y el 31 de mayo.

Invitados
- 4.000 invitados habrán salido al agua con la organización hasta el final de la 32ª America’s Cup.
- 25.000 invitados habrán pasado por el Foredeck Club hasta el final de la 32ª America’s Cup.
- Más de 100 vehículos de cortesía Ford operan cada día en el Port America’s Cup.

Web
- 11.239.225 visitas a
www.americascup.com desde el 1 de abril hasta el 3 de junio de 2007.
- Visitas por países: Italia (3.692.868), España (1.612.469), EEUU (1.324.728).
- 83.081.485 páginas visitadas en
www.americascup.com desde 2004.
- Más de 700.000 visitas a la retransmisión virtual ‘Live Sailing’ de Alcatel-Lucent.
- 600.000 visitas a Internet TV en 162 países.

TV
- 1.700 horas de emisión hasta el 30 de abril de 2007 en más de 150 países que reciben imágenes de la 32ª America’s Cup.
- 928 millones de audiencia hasta el 30 de abril de 2007.
- Más de 30 canales de televisión con derechos de emisión.
- Hasta 33 cámaras utilizadas al mismo tiempo durante la competición.
- Más de 540 personas de los poseedores de derechos trabajan en el Port America’s Cup.
- Más de 130 personas de producción empleadas por ACTV.
- 400 horas de producción de señal de TV en directo en 3 controles de realización.

Prensa
- Más de 1.800 periodistas de 416 medios (prensa escrita, radio y televisión) acreditados para la Louis Vuitton Cup.
- Más de 8.000 periodistas de todo el mundo han recibido 960 notas de prensa de la 32ª America’s Cup.
- Más de 50.000 artículos publicados sobre la 32ª America’s Cup desde 2004.

Restauración
- 1.500 bocadillos sirve el Defender Bar cada domingo.
- 2.330 plazas de aforo en los 23 bares y restaurantes del Port America’s Cup.
- Aproximadamente 10.000 comidas servidas cada día de regatas en el Port America’s Cup.
- 500.000 botellas de Coca-Cola producidas con decoración especial y alrededor de 400 millones de latas con el logo de la America’s Cup.
- 70.000 botellas conmemorativas de Estrella Damm producidas y alrededor de 500 millones de envases utilizando el logo de la America’s Cup desde 2004.
- 20 millones de yogures de Grupo Leche Pascual con el logo de la 32ª America’s Cup.
- 165 máquinas Nespresso en el Port America’s Cup, que han consumido alrededor de 400.000 cápsulas de café al mes.
- 6.000 botellas de Moët & Chandon han sido consumidas en el Port America’s Cup.

Entretenimiento
- 7.000 personas han probado la experiencia del ‘Globo’.
- 600 metros lineales de LEDs para el ‘Espectáculo de Luz Endesa’ conforman la pantalla de LEDs más grande del mundo. Los 40 proyectores del show suman más de 280.000 watios de potencia.

Transporte
- 10 barcos de espectadores llevan 1.300 personas al campo de regatas cada día. 95% de ocupación durante las semifinales y la final de la Louis Vuitton Cup.
- 180.000 personas han utilizado el tren eléctrico ‘Trans-Port’.
- Cerca de 35.000 kilómetros recorridos por el ‘Trans-Port’ hasta hoy, prácticamente la distancia de ida y vuelta entre Valencia y Auckland.
- 131.000 personas han utilizado los 4 ‘Aquabus’, que han cruzado el canal más de 5.000 veces.

Tiendas
- Más de 50.000 artículos vendidos en la ‘America’s Cup Superstore’ desde el 1 de abril de 2007.
- El artículo más vendido en las tiendas de America’s Cup es la gorra de Murphy & Nye.
- Más de 150.000 transacciones se han ejecutado a través de los Terminales de Punto de Venta (TPV) del Banco Santander en los establecimientos de Port America’s Cup desde el 1 de abril.

Regatas
- 127 regatas navegadas hasta el momento en la Louis Vuitton Cup.
- Delta máximo: 11:49, Victory Challenge gana a China Team (2 de mayo).
- Delta mínimo: 1 segundo, el Desafío Español 2007 gana a +39 Challenge (30 de abril).
- 875 km2 del campo de regatas con cobertura 3G de Vodafone, que además dispone de más de 500 líneas de voz y datos instaladas en Port America’s Cup.
- El sistema MDS de boyas meteorológicas ha enviado más de 3 millones de mensajes a los equipos desde el 16 de abril de 2007.

Organización
- AC Management = 305 trabajadores de 26 nacionalidades.
- Louis Vuitton lleva 24 años dando nombre a la Louis Vuitton Cup. Es el caso más duradero de la historia del deporte en que una marca da nombre a una competición.
- Adecco ha seleccionado 2.000 personas para diferentes puestos de trabajo en la America’s Cup.

Pero el número más importante en America’s Cup sigue siendo el ‘uno’. Sólo hay un ganador en cada regata de cada una de las series. Sólo un equipo ganará la Louis Vuitton Cup y se enfrentará a Alinghi en el 32ª America’s Cup Match.

Esto es la America’s Cup, y no hay segundo.